PERFORMANCE IN TIERGARTEN, BERLIN, ALEMANIA
1998 Para realizar un parque temático por la Paz
mundial en Berlín, un artista alemán sustrae
una roca sagrada de 30 toneladas, la Abuela Kueka, tótem y patrimonio de un pequeño poblado de indígenas pemones de Mapaurí, Venezuela. Asegura haber tenido comunicación telepática con la piedra, la cual le pidió
irse con él. El artista logra por medios escritos, legales y diplomáticos que se le
conceda la roca como un regalo del pueblo de Venezuela al pueblo alemán.
Los indígenas protestan y alegan que les fue robada y que no creen en leyes
escritas, su cultura es oral.
La donación de Kueka fue ilegal y su extracción
controvertida desde el mismo momento de su retiro pues la Ley Forestal de Suelos y
Aguas del Parque Nacional Canaima, decreta la no extracción de minerales, sino con fines científicos, por lo
que a conveniencia el artista fue convertido en científico y
Kueka en una muestra geológica. Kueka fue entonces llevada a Berlín, entrando
por la puerta de Brandemburgo donde fue tallada , pulida y se le grabó la
palabra amor en siete idiomas. Sin querer, el artista despertó un mito, el mito
de Kueka.
Según los habitantes de
Mapaurí, Kueka era una princesa de la
etnia Macushi que se escapó con su amante pemón. Fueron perseguidos y
alcanzados por Makunaima, la deidad amazónica, quién los transformó en dos
rocas rojas en las afueras de Mapaurí como advertencia para que siempre
permanecieran juntos.
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